NUEVO AÑO: a todos los queridos amigos de este boletín y de nuestro instituto les envío los mejores deseos, y espero que, tras una merecida pausa, hayan renovado sus fuerzas, y se dispongan a disfrutar de un año que, en mis deseos, ha de traerles muchas satisfacciones y muchos motivos de felicidad.
REELECCIÓN Y MEDIOS INTERNACIONALES I: es bien conocido que varios periódicos internacionales de muy elevada importancia han aconsejado al presidente Uribe no aspirar a un tercer período. De parte del Primer Mandatario no conocíamos reacción alguna, hasta que, hace pocos días, afirmó haberse sentido muy conmovido por un cierto mensaje, cuyo autor le decía que esos mismos medios nunca se pronunciaron sobre la violencia que desgarró a Colombia en las décadas pasadas. Aunque no lo hubiese dicho de manera explícita, sugirió de este modo el Presidente que tales periódicos tenían una visión sesgada del país, y sólo se interesaban en él cuando el centro de la cuestión era Uribe y sus aspiraciones. Pues bien, valdría la pena hacer tres aclaraciones a ese corresponsal que envió al Presidente el conmovedor mensaje. La primera, es que simple y llanamente se equivoca: la cuestión de la violencia colombiana sí ocupó la atención de los medios internacionales durante varios años. Es más, dichos medios advirtieron en numerosas ocasiones sobre los peligros que representaban las organizaciones terroristas de nuestro país, e incluso reseñaron con sorpresa y con enfoque crítico algunas de las iniciativas de paz de las cuales el país hoy se arrepiente, sobre todo el proceso de diálogos del presidente Pastrana, cuya extraordinaria concesión territorial a las FARC jamás dejó de sorprender a los editorialistas del exterior.
REELECCIÓN Y MEDIOS INTERNACIONALES II: y es más: no sólo advirtieron antes sobre la gravedad del terrorismo y de la violencia, sino que ahora siguen enfatizando en cuán dolorosos han sido estos males. Cosa que nos conduce a la segunda precisión: sin excepción, esos medios que han advertido sobre los peligros de una segunda reelección, han reconocido de la manera más amplia y generosa los logros del presidente Uribe, y han recordado al mundo la dimensión de la crisis que Colombia enfrentaba cuando por primera vez el actual Presidente llegó a su cargo. Selecciono al azar una de tantas piezas que al respecto han aparecido en la prensa internacional: Newsweek del 21 de diciembre, en un artículo titulado “El legado de Uribe” (Uribe’s Legacy) dice que el Presidente “…rescató del colapso a uno de los países más peligrosos y más fragmentados… Gracias a sus esfuerzos, Colombia es aún una democracia que funciona”. El artículo llega a sintetizar la obra de Uribe en estos términos: “… le ha dado a Colombia el trío de paz, seguridad y prosperidad”. En esas palabras se ve con claridad que la revista no sólo reconoce que antes de Uribe Colombia vivía una situación desesperada, sino que da al Presidente todo el crédito por haber propiciado la superación de esa crisis. Difícilmente podría decirse que allí hay un sesgo contra Uribe, o que hay un desconocimiento de lo que vivió Colombia antes de su mandato. Líneas más abajo, el artículo de Newsweek procede a advertir sobre los peligros de buscar un tercer período, y lo hace con argumentos y con razones sólidas. Eso nos lleva a la tercera consideración.
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