DESEMPLEO: Esta nota será muy breve, pues al respecto casi todo está dicho, y no queda más que repetirlo de manera sumaria. El último informe sobre mercado laboral arroja una cifra de desempleo del 11,3 por ciento en diciembre, cuando en el mismo mes de 2008 la cifra había sido del 10,5. Ha llegado la hora de hacernos a la idea de que Colombia es un país con desempleo alto y creciente. Quien menos parece dispuesto a entender esta realidad es el alto Gobierno, el cual continúa aferrado a una serie de políticas de estímulo tributario a la inversión que claramente no generan empleo, que han despedazado lo que teníamos de instituciones tributarias, y que han encaminado a Colombia por una complicada senda de dificultades fiscales. El alto Gobierno, además, se obstina en ni siquiera querer considerar los cambios que evidentemente necesita nuestro mercado laboral, en particular la eliminación o reforma de los “parafiscales”. Ante estas cifras de desempleo, tomadas en conjunto con las de una informalidad laboral que llega cerca del 60 por ciento, nos vemos obligados a pensar que en Colombia el trabajador formal es un privilegiado, y las verdaderas masas de pobres, aquellas en quienes deberían enfocarse las políticas económicas y sociales, se hallan fuera de las márgenes de este régimen laboral elitista y excluyente.
CÁTEDRA DE INCOMPETENCIA: Las graves dificultades que Venezuela atraviesa en materia de energía eléctrica, de las cuales el fenómeno del niño es apenas un disparador accidental, constituyen una excelente cátedra de incompetencia e incapacidad cuyo maestro es el gobierno de Chávez, un gobierno que al parecer emplea todos sus recursos en la concentración del poder y en la realización de acciones simbólicas. De acuerdo con informaciones de prensa, se había advertido con anticipación al presidente Chávez acerca de la debilidad estructural del sistema eléctrico venezolano, y de la necesidad de repotenciarlo. No el año pasado, ni el anterior a éste. Nada menos que en 2001. Pese a que las advertencias fueron explícitas, y bien documentadas y respaldadas, nunca se realizaron las urgentes acciones que la situación demandaba, y se llegó incluso al extremo de regalar a Cuba y a Nicaragua unas turbinas que habrían servido para poner en marcha más generación térmica de energía. De modo que hoy esta potencia petrolera sigue generando el 70 por ciento de su energía en una sola hidroeléctrica, cuyo nivel podría seguir disminuyendo bajos estos azules y soleados cielos.
CISNEROS Y GRANIER FRENTE AL PODER: Gustavo Cisneros y Marcel Granier tienen en común el haber sido por muchos años empresarios en el mundo de los medios en Venezuela. Se diferencian, sin embargo, porque Cisneros (quien estuvo de postulante al tercer canal en Colombia) dobló la rodilla ante el chavismo y le vendió su conciencia; por eso ha sido inmune a la reciente oleada de represión de Chávez, mientras que otros empresarios que no se arrodillaron ante el poder sufren el acoso y el cierre de sus canales. Voy a transcribir un aparte de una columna publicada en El Universal de Caracas el pasado jueves, en la cual el autor, Axel Capriles, compara al opulento Cisneros con Marcel Granier, cabeza de RCTV, canal aplastado y silenciado ya en su totalidad por la represión chavista: “…Cisneros no hace sino representar a todos los individuos que han permitido la consolidación del totalitarismo a cambio del beneficio y el lucro personal, a los empresarios que han bajado la cabeza y han vendido sus principios y su integridad para mantener sus empresas y enriquecerse un día más”.
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